Re: Ceremonia de 'El Resurgir'

por **Aranhel Tonks** Miér Ene 30 2013, 17:22

*Me soltó muchas preguntas de seguido, así que intenté memorizarlas todas y no olvidarme de ninguna. Me quedé un momento pensativa mientras decidía por donde iba a empezar y como se lo iba a explicar*

-Vamos a ver entre Aeleh y Karlott hay una historia muy larga y complicada y desconozco mucho de ella, te puedo decir que algo le pasó a Aeleh y no pudo cuidar de su hija y Karlott fue quién la crió.-*le conté lo poco que sabía o más bien me acordaba de la historia puesto que era demasiado larga y Aeleh no me la ha llegado a contar entera y verdadera*.- Y con respecto a las razas, Karlott es un vampiro, Aeleh una elfa y Godith una mezcla de las dos, mitad y mitad. Es como si convivieran dos partes dentro de ella, aunque la de vampiro tardó más en despertar, de echo lo hizo cuando Karlott y ella llegaron a Bhelannia.-*hice una pausa para que Holly asimilara poco a poco esa pequeña historia, supongo que para alguien que no conoce mucho de las razas es dificil comprender algo como esto*

por **Godith Adenai** Miér Ene 30 2013, 17:29

Mi piel de normal bastante pálida, se quedó blanca como la nieve al escuchar el relato de mi padre. Tragué saliva y le miré, ansiosa, buscando la más leve marca, aunque eso era una búsqueda inútil ya que como vampiro curaba rápidamente. Bajé la mirada con un suspiro e intenté tranquilizarme. Pero entonces me hizo una pregunta por la que, alcé la cabeza sin comprender en un primer momento.

Luego recordé que mis ojos antes variaban fácilmente de color y apreté los labios, respirando profundamente, intentando pensar. Era una historia larga y algo complicada, como para resumírsela de manera que quedase conforme. Durante esos momentos de silencio Canace habló de tal manera que salí del rumbo de mis pensamientos rápidamente. No sabía que era peor, si la sensación de parecer una posesión entre ambos hombres o la terrorífica idea de separarme de el para siempre. Me apoyé ligeramente contra mi prometido y cogí sus manos, acariciándoselas y enredando sus brazos alrededor de mi cintura.

-Mi naturaleza vampírica me poseyó al beber de Canace. Tiene un extraño metabolismo que le hace bombear más sangre de la normal y que se activa ante algunos bebedores- comencé a explicarle a mi padre, rezando que fuera algo lo suficientemente importante para que apartara los ojos de Canace y se centrara en mí de nuevo -Durante mucho tiempo me alejé de aquí y me dediqué a asesinar y a complacerme. Pero acabé volviendo para asesinarlo y Canace consiguió que volviera a ser yo con una especie de poción. Y ahora dependo de él para controlar a mi otra parte, que está como encerrada en mí- volví a bajar la mirada, entristecida.

No me molestaba beber de Canace, ya no, pero utilizarlo de manera tan egoísta me dolía, además de que por mucho que lo negara se estaba volviendo un adicto a ser mordido y eso no era bueno. Miraba mis manos sobre las de mi amado, esperando una reacción por parte de alguno. Ahora esta era mi realidad y deberían admitirla, quisieran o no. Sobretodo mi padre, que se había comido todos mis problemas por rechazar mis instintos y negarme a matar un ser racional.

por **Leorobin** Miér Ene 30 2013, 21:20

Decidí, finalmente, acercarme a donde estaban Canace y los demás, escuchaba un poco de la conversación y recordaba las partes de la historia que conocía. Lo cual, era más de lo antigua que lo reciente. "Hola, veo muchas caras que vuelven. Espero no interrumpir. Escuché lo del compromiso, felicidades." Le di una palmada en la espalda a Canace, había optado por acercarme desde esa dirección.

Vi las caras de los que estaban en la conversación, había una chica que no conocía, a los demás les había hablado alguna vez, por lo que no me presenté. Volví a guardar silencio tras mi breve intervención y felicitación. No tenía más que aportar a la conversación por ahora y no quería interrumpir el hilo del relato.

por **Holly S. Davis** Miér Ene 30 2013, 21:31

Holly escuchó atentamente la historia de Aranhel. Realmente era una historia de lo más extraña, que dejaba por tierra muchas de sus leyendas favoritas. Sintió que le faltaban datos, que aún había muchas cosas allí que no comprendía, pero le pareció que la sirena no tenía más información, o que si la tenía no quería compartirla con ella. Y no la culpaba; al fin y al cabo, acaban de conocerse. Así que decidió no preguntar nada más, al menos no en ese momento.

- Es muy curioso todo esto… muy raro. Lo de las razas híbridas, digo. Nunca había conocido un ser mitad vampiro, mitad elfo – sonrió y lanzó una mirada rápida a las dos parejas. – Muy original la historia de Aeleh, sí, ¡quién podía pensarlo cuando la vi por primera vez hace un rato! ¿Y tú qué? ¿También tienes una maravillosa historia? ¿Quizá un marido hombre lobo y un par de hijos con cola de sirena y orejas peludas? – se echó a reír de su tontería. Luego pensó que quizá su comentario podría resultarle hiriente, ¿y si realmente tenía hijos mestizos? O peor, ¿y si no quería hablar de su pasado? Antes no había parecido muy feliz al contar sus años fuera de Bhelannia… La bruja se apresuró a excusarse – Ay, lo siento, Aranhel, no quiero ser maleducada, ¡todo esto es nuevo para mí! Compréndelo, vengo de un sitio donde lo más exótico que he visto ha sido a ancianas demasiado viejas hasta para llorar morir quemadas en la hoguera por presunta brujería… - chasqueó la lengua, pero cambió de tema rápidamente – Si quieres, no hablamos de ti, podemos buscar algún otro amigo lejano tuyo en esta fiesta con una vida interesante que contar, y le acosaré a él a preguntas – y se puso a mirar alrededor, esperando no haber ofendido a la pelirrosa con su verborrea imparable, porque la sirena le estaba cayendo bien. Tendría que invitarla a más de una cerveza cuando abriera la taberna.

por **Aelehndel Le Fay** Miér Ene 30 2013, 23:14

La sonrisa se me fue yendo mientras Karlott contaba por qué había tardado tanto. Le miré muy preocupada ¿por qué había hecho ese viaje él solo? ¿No podía haberme pedido ayuda? Habíamos pasado muchos años separados pero aquello me sentó fatal, me hizo sentirme fuera completamente de su vida. Bajé la mirada guardándome esos pensamientos para mí e intentando que no se notaran. Debería de estar feliz porque mi familia se había reunido de nuevo no? De manera completa, sin problemas, o al menos eso esperaba, con un nuevo integrante y todo...Pero yo no me sentía del todo bien después de su historia.

-¿Pero ahora estás bien? Y ese vampiro, ¿está muerto o sigue suelto? Por favor Karlott estas cosas no son de las que no hace falta hacerles caso ¿y si te ha seguido hasta aquí? No quiero que te haga más daño- las torturas para alguien tan fuerte como lo eran los vampiros debían de ser terribles, no quería ni imaginármelo. Aún así seguí con la mirada desviada. Pero claro, al escuchar el tono del vampiro, prácticamente una orden dirigida al pobre de Canace, puse los ojos en blanco. Hombres. Miré a Karlott preocupada por lo que pudiese hacerle, dando un pequeño paso en su dirección para estar más cerca de él..

-No hace falta ponerse así, esto es algo de lo que alegrarse, parecéis críos- bufé y sonreí. Más bien críos que querían el mismo juguete. Aunque comprendía a Karlott, había visto crecer a nuestra hija, la había cuidado como yo le pedí que hiciera y seguro que más. Pero Canace la amaba, se notaba a leguas...Af, pero que complicado que está el mundo. Me mordí el labio al escuchar el relato de Godith y asentí levemente.

-Entonces conseguiste volverla a la normalidad con una poción...Muy hábil señorito, si señor- recordaba el breve encuentro en el que lo había conocido y me había explicado lo que le ocurría a mi pequeña. Luego de eso yo me había ido de allí y ya no había sabido más del tema. -Y beber de un humano no tiene consecuencias para tu parte élfica Godith?- le pregunté curiosa, mirándola a sus ojos bicolores. Sonreí ante la llegada de la quimera y le abracé, hacía siglos que no lo veía. -¡Leo! Qué tal estás? ¿Y estos años cómo han ido?

por **Canace De Aure** Jue Ene 31 2013, 07:42

*Ante el tacto de la morena, Canace tan solo la rodeo con sus brazos por la cintura de forma protectora entrelazando sus manos con las de la joven, Canace había decidido que no permitiría que los padres de la morena los separaran, no pudo evitar mirar al hombre a los ojos y apretarle aun mas las manos a la morena cuando esta empezó a hablar, realmente ese era un tema que no le agradaba al joven y que supieran otras personas ya que era su secreto

-Psss*menciono el joven, y no pudo evitar el joven fruncir el seño ante las palabras de la morena*-Amor yo no diría que dependes de mi*Canace no puede evitar por instinto apegarse aun mas a la joven morena que tenia en sus brazos y darle un beso casto en la mejilla, se encantaba totalmente tenso por aquello y su suegro no mencionaba palabra alguna, ante la palmada en su espalda no pudo sobresaltarse ya que no era algo que el joven esperaba, instintivamente volteo su bicolor mirada hacia el intruso para encontrarse con la quimera*

-Anda hombre muchas gracias!!, no sabía que la noticia ya se había expandido si solo lo sabia la mocosa y recién este pintoresco grupo*Canace escucha a su suegra hablar y asiente ante su pregunta*

-Fue algo mas que una poción , la verdad soy pésimo en eso pero recordé un modo que usaron en mi propia hermana, hace un tiempo para controlarle un ente, es algo parecido a ligar esencias para mantener un equilibrio coherente en la otra persona o algo parecido, Aeleh yo no diría que a la normalidad, pero si a algo parecido aunque la poción es imperfecta aun*menciona con pesadez el joven y daba gracias a los dioses que la morena no lo estuviera viendo, ya que se sentía un inútil por no encontrar aquella poción aun, aun esperaba la reacción de su suegro*

por **Karlott Adenai** Jue Ene 31 2013, 12:18

Me fijaba en cada gesto, en cada movimiento, en cada expresión facial de los que me rodeaban. Había pasado por un infierno y al llegar me encontraba con este panorama y no sabía si alegrarme porque Godith había encontrado a un chico o enfadarme por lo que le había provocado. Fruncí el ceño y estuve callado unos minutos, escuchando y reflexionando a la vez. Miré al joven Canace y le dije.- Es decir que tú fuiste el causante y a la vez la solución.- callé y por un momento dejé mi orgullo de padre atrás.- Me alegro de que fueras las dos cosas y no solo la primera.- volví a callar y a seguir reflexionando sobre el tema de que solo se puede mantener bebiendo la sangre de Canace me preocupaba demasiado ¿y si algún día le pasaba algo? no es bueno depender de una persona, debería ser al menos de varias.- No hay ninguna forma de vincular la sangre de otra persona a esa poción. No me gusta eso de que dependas solo de una persona.-me giré hacia Aeleh para pedir su apoyo, esperando que comprendiera mi razonamiento.

Había querido desviar la atención de mi historia pero sabía que Aeleh me miraba expectante a que le contestara a su pregunta. Con un suspiro de resignación comencé de nuevo a hablar.- No va a volver, me encargué personalmente.- esperaba que con eso diera a entender que le había arrebatado la vida a aquel vampiro, algo de lo que jamás me sentiré orgulloso y por eso no quería decirlo tan explicitamente en voz alta.

por **Aranhel Tonks** Jue Ene 31 2013, 14:39

*No pude evitar reirme al imaginar un niña semiloba semisirena. Podría ser curiosa la mezcla pero nunca había oído hablar de ella, aunque quizá, quien sabe si en algún lugar remoto. Aunque cruzar especies no suele ser fácil y a veces no sale bien.
Dejé que se fueran esos pensamientos, era un tema demasiado profundo para pensar en una fiesta y me centré en lo que había dicho de las brujas, si tanto le molestaba era porque...* .-Tú tampoco eres lo que aparentas ¿Verdad?.-*dejé caer la pregunta a ver que me contestaba. Dejé pasar un tiempo pero como veía que no me contestaba le iba a contar algo de mi, para que supiera que podía confiar y que no la iba a quemar*

-A ver soy madre, tengo un hijo que es un ángel negro. Pero hay truco no es mi hijo biológico, es adoptado. Estuve casada con otro ángel negro y lo adoptamos. Pero mi marido murió joven y yo lo he criado como si fuera mío.-*una punzada de dolor recorrió mi cuerpo, quiero mucho a mi Lim, pero antes de irme de Bhelannia estaba embarazada y aborté. De manera involuntaria me toqué la tripa donde hacía unos años había llevado un chiquitín dentro.*

por **Holly S. Davis** Jue Ene 31 2013, 15:27

Se quedó perpleja cuando Aranhel le dijo que ella tampoco era lo que aparentaba. No lo esperaba, y se tocó el pelo para asegurarse de que su tatuaje en forma de estrella, el símbolo de su hermandad, seguía oculto. Le sonrió forzadamente, dudando de si sincerarse con la sirena o no. Desde luego, aquel reino no parecía un lugar hostil para ninguna criatura, y menos para una inocente bruja, que ella no chupaba sangre ni nada… Pero luego pensaba en todo lo que había visto, en todas las compañeras que había visto morir quemadas, y le daba miedo. Entonces Aranhel empezó a hablar de su pasado.

- Vaya, lo siento… - murmuró, cuando dijo que estaba viuda. ¿Quién podría pensarlo? Vio que no parecía muy feliz, y lamentó su curiosidad. Pensó que se debía a su marido muerto, y decidió retomar el tema de su hijo, que pensó que le haría más feliz - ¡Un hijo ángel negro! ¿Y qué es exactamente un ángel negro? ¿Cuántos años tiene? ¿Vive también aquí, en Bhelannia? – y giró la cabeza alrededor de la fiesta para ver si lo veía, aunque no tenía ni idea de qué aspecto tenía. La confesión de Aranhel le hizo decidirse: podía ser sincera. Y si intentaba apresarla, echaría a correr y se perdería entre los invitados de la fiesta. – Yo tampoco soy lo que aparento ser, no. Quiero decir, soy humana, pero no un humano común... Digamos que tengo algunas cualidades que no le gustan a todo el mundo. – y esperó a ver la reacción de su compañera antes de continuar.

por **Godith Adenai** Jue Ene 31 2013, 15:33

Escuchaba cada respuesta de ellos, con toda la tranquilidad que era capaz de sentir en aquellos momentos, pero no era demasiada y me mordía intranquila el labio inferior. No pude notar casi una leve punzada de malestar que mi madre se preocupara más por mi padre que por mí. Aún así, no podía reprochárselo. Apenas habíamos pasado nada juntas, mientras que ellos habían pasado tanto juntos que era normal preocuparse. ¿Seríamos alguna vez igual Canace y yo? Lo más seguro es que fuera así, si es que no lo era. Recordé además que Aeleh si estaba al tanto un poco de lo que había ocurrido, puesto que Canace la había conocido durante mi época mala. Negué suavemente con la cabeza.

-No solo me alimento de él, pero todo lo demás siguen siendo animales...Siempre que soy yo- solía evitar esos matices desde hacía ya tiempo pero ahora volvía a hacerlo para que me comprendiesen. Apenas había tenido episodios graves de descontrol, y quería seguir sin tomarme nada, solo voluntad ante aquello que era parte de mí, no había más. -Solo necesito la poción cuando me descontrolo y no siempre, quiero conseguir doblegar mis instintos, no controlarlos por otras cosas. Sería peligroso- expliqué segura de mi misma. Suspiré levemente y dejé parte de mi cuerpo descansar sobre el pecho de Canace, que se había pegado a mí con faldas y todo.

Volví a encerrarme en un tranquilo mutismo, intentando mantenerme calmada aunque me costaba con toda la angustia que había sentido en un momento, además del nerviosismo. No me gustaba sentir emociones intensas y negativas, me agotaban porque me hacían flaquear en mi inconsciente control sobre mí. Sonreí con alegría a Leo, hacía muchísimo que no lo veía, me alegraba de verlo pero no por eso rompí mi mutismo. Habían cambiado demasiadas cosas y ahora estaba rindiendo cuentas por ello.

por **Aelehndel Le Fay** Jue Ene 31 2013, 15:46

Una poción, una poción...Tal vez podría yo buscar algo que apañase de mejor manera aquello. En casa había una amplia biblioteca. Aunque me gustaban los nuevos ojos de mi hija, ahora no se parecían a los de su abuela, cosa que era un completo alivio. Ya había tenido que lidiar demasiado con Millen como para recordarla cada vez que mirara a Godith a los ojos. Porque esperaba ahora conseguir por fin ser parte de su vida, ya que no me acosaban más problemas. Se me hacía hasta raro estar tan tranquila, luego de tanto tiempo...Bah. Asentí y sonreí.

-Con que la mantenga a raya vale, no? Es una parte de Godith y realmente no tendría por qué desbaratarse tanto, no?- dije llevándome una mano a la oreja y comenzando a acariciar su punta, pensativa -Siempre ha sido una vampiresa y una elfa, y lo seguirá siendo, así que habría que evitar esas pociones- volví a asentir -A la larga es lo mejor- y contra antes lo tuviera en cuenta más rápido sería aquello. Tenía que aprender a convivir con sus dos naturalezas y hacerlo mediante magia no era lo correcto. Me lo iban a decir a mí luego de todo lo que había vivido...Diosas, pues realmente si que soy una vieja, pensé con fastidio.

-Entiendo- dije mirando al vampiro con una suave sonrisa, pero la pregunta en los ojos. No entendía por qué, pero no me terminaba de cuadrar algo. Pero claro, ya teníamos bastante con lo de la pareja como para empezar a preguntarle. Me esperaría a que estuviéramos solos. Ahora que ya nadie debía desaparecer porque sí podríamos vivir juntos, como antes, no? La sola idea me hacía feliz, pero claro...Primero había que no tener secretos.

por **Canace De Aure** Jue Ene 31 2013, 16:17

*Canace ante las primeras palabras de su suegro tan solo enrojece levemente su rostro*

-Creo que de cierta forma es asi, nunca fue mi intención ser la causa de su salida de control, pero tampoco podía quedarme de brazos cruzados viéndola como sufría por matar a una persona o un ser vivo, prefiero que sea mi sangre a verla con ese remordimiento*Canace no puede evitar suspirar con pesadez ante la insistencia de sus suegros con el tema de la poción*

-No es algo que liga la sangre sino una pequeña parte a la esencia*Canace tan solo calla escuchando a su prometida, al parecer los suegros del joven eran una roca difícil de roer a todo le veían lo malo y no la parte positiva, Canace intenta relajar mas su cuerpo al sentir el peso de la joven en su pecho, a lo que para el joven aquella conversación había terminado por lo que susurro al oído de la joven*

-Amor nos marchamos?*menciona el joven, mientras dirige su mirada al resto del pintoresco grupo, antes de obtener una respuesta de la morena*-Si nos disculpan pero nos retiramos, espero verlos pronto para comunicarles todo lo referente a la boda*Canace les dedico una inclinación respetuosa a ambos suegros sin soltarle la mano a la morena*-Nos vemos pronto, por cierto chicos Kimy esta al tanto de los preparativos de la bosa, Leo gusto en verte hombre*Canace la llevo hasta la puerta principal a la morena suspirando con tranquilidad*

-Nunca me imagine conocer asi a tu padre, pensé que me mataría por unos segundos, es un hombre muy sobreprotector God

por **Godith Adenai** Jue Ene 31 2013, 22:43

Miraba con ansiedad a mis padres, para apartar la mirada al segundo y ponerla en un punto indefinido, para luego volverlos a mirar. Intenté mirar el lado bueno de todo aquello, porque debía de haber alguno bueno, no? Eran mis padres y por fin estábamos juntos todos, no? Cada vez me encontraba más confusa y dejé que Canace siguiera respondiendo a sus preguntas. Asentí sin prestar mucha atención a lo que me decía el hechicero. Solo cuando noté que tiraba de mí para movernos reaccioné. Sacudí la cabeza y miré a mis padres, sonriendo y haciendo que se parara un momento. Me acerqué un poco para despedirme.

-Prometedme que no vais a volver a desaparecer de mi lado otros tantos años, vale? Os he echado de menos- mi sonrisa se hizo más amplia, no estaba mintiendo de ninguna manera -Si necesitáis cualquier cosa vivo en la casa de los de Aure, si? Hasta pronto- volví a coger la mano de Canace y salí del Salón donde se celebraba la fiesta. Suspiré agotada, todo aquello había sido complicado y aún seguía pensando en las hermanas de Canace, a las que ya no había prestado atención.

-No se lo tengas en cuenta...Es normal, había perdido a mi madre, supongo que no querría perderme a mí también y bueno, es mi padre, que esperabas?- me encogí de hombros, siempre había sido así y estaba acostumbrada a que fuese así de sobreprotector conmigo, y que ladrara a todo amigo que tuviera. Y claro, Canace no es que fuera amigo, era mi prometido. A saber lo que había pensado -La verdad todo esto me agota...- susurré estrechando ligeramente su mano y bajé la mirada, no quería tropezarme con algo.

por **Kantz** Vie Feb 01 2013, 03:27

-Le ruego que la deje, señorita Lilit. Ella está en todo su derecho de reclamar. Al fin de cuentas, es parte de Darkania.- Se volvió a Aelo -Tengo muy en claro sus necesidades, señorita. Al igual que las de cada criatura de mi reino. Créame que pronto tendrá una solución que se ajuste a sus "requerimientos nutricionales". Nada más debe tener paciencia- La voz del ángel sonaba muy tranquila y confiada. Ese problema ya había sido planteado por otras criaturas y se había atendido a esas quejas debidamente.

-Entiendo. Siempre tuve la curiosidad, lo admito, de si eran ciertas o no. Pero realmente no importa. Y aunque usted no lo creo, sé que por estas tierras encontrará a más de un mortal que le pueda interesar. Tal vez no de la manera en que está acostumbrada, claro.- Era un comentario esporádico, sin ninguna intención más que la de llenar un espacio que de nada valía. Era algo común en él, era, de cierta manera, catártico.

Esta vez no pudo evitar la carcajada. ¿Delicioso? De cierto que era la primera vez que lo llamaban así, pero no por eso se molestó. Aún con la sonrisa en su rostro, arqueó la ceja mientras se inclinaba al rostro de la sucubo- ¿Ahora es que puede saber mi... sabor, señorita? Creo que tiene usted una cualidad impresionante. Sin embargo, me temo que no sabría decir lo mismo. Aún no tengo la experiencia...- Dejó la frase inconclusa, aunque no era secreto alguno el cómo terminaría. Poco le importaba lo que pensara, se estaba divirtiendo.

por **Kytzia De Aure** Vie Feb 01 2013, 05:09

La pequeña de cabellos carmesí mira a la mujer de larga cabellera platinada, dedicándole una pequeña reverencia a dicha mujer

-Lo mismo digo mi estimada Aelo siempre es un gran placer el verle, aunque en estas circunstancias tan abarrotadas de seres

Menciono sin pesadez la pequeña pelirroja mientras escuchaba aquella divertida conversación sin quitarle los ojos a la pareja que había estado observando, dándose cuenta la pequeña joven que ambos la miraban de forma aprensiva y con un dejo de temor

-Yo pienso que tan solo se debe de seguir a los instintos de cada ser sin limitarse, si se le antoja un pequeño que se lo devore , que en la villa del siguiente reino hay muchos pequeñuelos, la tregua siempre ha sido pura hipocresía Lilit ¿o acaso me equivoco Kantz?

La joven tan solo observa a la pareja marcharse , sus rostros sin duda se había quedado plasmados en su memoria, al igual que esos momentos, a la que se volteo al oscuro grupo que tenia ahora en frente

por **Leorobin** Vie Feb 01 2013, 06:17

Le devolví el abrazo a Aeleh y la sonrisa a Godith. "Las cosas han ido bien para mi, recibí carta de uno de mis estudiantes, quizás se dé una vuelta por Bhelannia pronto. En cuanto a mi mismo...pues, estoy bien. Ya estoy recuperado de haberme muerto, cortesía de Kimy." Me reí y me encogí de hombros, todo había salido bien al final. Solo esperaba que siguiera así. Si Les realmente venía quizás podría continuar su entrenamiento.

Me reí con lo que decía Canace y me concentré un par de segundos para mostrar solo mis orejas peludas por unos segundos antes de volverlas a cambiar. "Podría decirse que tengo buen oído." El chiste era malo, pero me complacía lo suficiente para intentarlo. De todas formas parecía que ya se marchaban. "Hasta pronto Godith y Canace, nos vemos en casa." Bien que mal aún vivía con los de Aure, así que probablemente les vería pronto. Si salían de su habitación...

Me giré hacia los demás que no se marchaban aún. Vi a Kytzia y a Kantz más allá, me preguntaba de que hablarían. La conversación de Canace sobre lo que habían hecho con Godith, y la de Karlott me intrigaban, pero no preguntaría al respecto, no me concernían. Quizás podría investigar al respecto en la biblioteca...O revisar las memorias de mi maestro. Ambos requerían tiempo y prefería hacerlo antes de que llegara Les.

por **Aranhel Tonks** Sáb Feb 02 2013, 14:47

*Holly nunca me decepcionaba, a cada afirmación que yo le hacía ella sacaba unas cuantas preguntas, de las cuales volvería a sacar más. Dejé que lanzara todas las que se le ocurría y luego las contesté una a una*.- A ver ¿has visto alguna vez un ángel? ¿o tienes en tu mente el concepto de ángel? Pues al contrario que lo que tu sabrás sobre ellos, es moreno, cabello negro, alas negras. Y vivió aquí conmigo toda su infancia pero yo tuve que regresar a las aguas y el no me podía acompañar, así que se fue a vivir con gente de su especie, familia de mi difunto esposo. Aunque muy a mi pesar.-*añadí eso último.*- Lo añoro mucho y aunque estamos en contacto casi permanente no es lo mismo, todavía es joven y alocado y se que me necesita pero por orgullo nunca me lo diría, se parece tanto a mi.-*y en ese momento hubo un deje de orgullo en mi voz.*.-

Y no te preocupes, aquí nadie excluye a nadie, te gustarán estas tierras.-*y le guiñé un ojo*.- Bueno disculpame pero debo irme a atender ciertos asuntos. Esperaré a que me llegue una invitación para la taberna.-*luego miré a Aeleh y a Karlott y me despedí con la mano, en un gesto rápido y desaparecí*

por **Holly S. Davis** Sáb Feb 02 2013, 17:25

Holly imaginó entonces a un ángel blanco, con las alas de plumas, el pelo rubio y los ojos azules. Entonces escuchó la descripción del hijo de Aranhel y aquella imagen desapareció de su mente. La historia le pareció muy triste; parecía que la vida de la sirena no había sido fácil, entre la marcha de su marido y la de su hijo.

Se alegró al oír que allí nadie excluía a nadie. Sonrió a Aranhel y le hizo un gesto de despedida con la mano.

- Muchas gracias por todo, Aranhel. Me ha encantado conocerte, ¡espero que volvamos a vernos pronto! ¡Te haré llegar la dirección de la taberna! – terminó la bruja con una sonrisa.

Dio un pequeño brinco de sorpresa cuando la magasirena se desapareció así, de pronto. ¡Guau! Se rió de su propio asombro y esperó que nadie hubiera reparado en ello. Apuró su segunda copa y se dirigió sola a la barra, pues no quería interrumpir a Aeleh y a su marido, que ahora estaban con otra persona (¿otra extraña criatura Bhelanniense?). Godith y su prometido ya no estaban con ellos.

Se apoyó sola en la barra, tomando una bebida dulce de color rosado. Observó a los invitados, que charlaban animadamente. Pensó que se tomaría esa copa y se marcharía a casa. O quizá se acercara a hablar con alguien, si es que veía a alguien solo. De todas formas, seguramente la fiesta estaba a punto de concluir.

por **Karlott Adenai** Sáb Feb 02 2013, 17:51

Al final siempre acabábamos igual, yo era el demasiado preocupado y Aeleh la demasiado despreocupada, pero éramos así, y si fuéramos iguales no me habría divertido tanto con aquella elfa. Al final me quedé un poco conforme con la explicación que me dio Godith. Me despedí de ella con un abrazo y entorné los ojos mientras la seguía con la mirada hasta que salió de la sala. Luego me volví hacia Aeleh.- ¿Quieres otra copa?.- En realidad no sabía que decirle, habíamos estado mucho tiempo separados y cuando nos volvemos a reunir todo se vuelve a desmoronar.

por **Bhelannia** Dom Feb 03 2013, 10:16

Un cuervo manchado con el mantón de negrura de la noche más oscura entró en el salón en el que se estaba festejando el baile, portando entre sus patas una carta sellada con la marca de la emperatriz. Antes de posarse sobre una de las mesas, dio un par de vueltas alrededor de los presentes, observándolo todo con sus pequeños y brillantes ojos.

Dejó caer el sobre, que en cuanto tocó suelo se abrió mágicamente para proyectar sobre el mismo aire unas letras escritas con la caligrafía de la emperatriz, que había abandonado la fiesta tiempo atrás, pasando desapercibida para muchos. Como si cobrasen vida, las doradas palabras comenzaron a aparecer, y desaparecían al tiempo que eran leídas por las docenas de pares de ojos a los que había logrado llamar la atención.

Faltaba algo más de una hora para que la fiesta llegase a su fin.
Las palabras desaparecieron con un gesto de despedida, dando las gracias por tan intensa participación.

Cuando el sobre explotó en una nube de colores, el cuervo ya no se encontraba en la sala.

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